LA CASA EMBRUJADA.
El lunes fui de excursión a un castillo a las cinco de la mañana con los compañeros y compañeras de 3º de primaria. Por el camino íbamos corriendo cuando, de pronto, vimos una casa. Parecía muy rosa y tenía la puerta abierta. Alejandro entró y como lo oíamos llorar, Paola y yo fuimos a buscarlo. Lo encontramos estudiando convertido en un perro. Supimos que era él porque llevaba su goma en el corazón. Mientras, los de fuera estaban muy azules. Mi amiga y yo salimos corriendo con el perro. Se convirtió en Alejandro al salir de aquella casa embrujada. Todos nos fuimos rápidamente a casa.
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